Origen:
La sandía se considera originaria de países de África tropical y su cultivo se
remonta desde hace siglos a la ribera del Nilo, desde donde se extendió a
numerosas regiones bañadas por el mar Mediterráneo. Los pobladores
europeos fueron quienes la llevaron hasta América, donde su cultivo se
extendió por todo el continente. Hoy en día es una de las frutas más
extendidas por el mundo, y los principales países productores son: Turquía,
Grecia, Italia, España, China y Japón.
TAXONOMÍA Y MORFOLOGÍA
Familia: Cucurbitaceae.
Nombre científico: Citrullus lanatus
Planta: anual herbácea, de porte rastrero o trepador.
Sistema radicular: muy ramificado. Raíz principal profunda y raíces secundarias
distribuidas superficialmente.
Tallos: de desarrollo rastrero. En estado de 5-8 hojas bien desarrolladas el tallo
principal emite las brotaciones de segundo orden a partir de las axilas de las hojas. En
las brotaciones secundarias se inician las terciarias y así sucesivamente, de forma que la
planta llega a cubrir 4-5 metros cuadrados.
Hoja: peciolada, pinnado-partida, dividida en 3-5 lóbulos que a su vez se dividen en
segmentos redondeados. El haz es suave al tacto y el envés muy áspero y con
nerviaciones muy pronunciadas. El nervio principal se ramifica en nervios secundarios
que se subdividen para dirigirse a los últimos segmentos de la hoja, imitando la palma
de la mano.
Flores: La sandía principalmente es una planta monoica, es decir que en la
misma planta existen flores masculinas y femeninas por separado. Las
flores se originan en la parte de abajo de las hojas, principalmente en las
ramificaciones. Las primeras flores en aparecer son las masculinas,
coexistiendo los dos sexos en una misma planta, pero en flores distintas
(flores unisexuales). Las flores masculinas disponen de 8 estambres que
forman 4 grupos soldados por sus filamentos.
Fruto: El fruto tiene forma oblonga o lobular de tamaño y color variable.
Su peso oscila entre los 2 y los 20 kilogramos, la porción comestible del
fruto se constituye por tejido placentario de sabor dulce y de color rosado claro hasta rojo intenso, además es donde se encuentran las semillas. La
semilla se caracteriza por tener unas extensiones de tipo halar en el extremo
más angosto y la viabilidad se estima de 6-9 años.
REQUERIMIENTOS EDAFOCLIMÁTICOS
Clima:
El manejo racional de los factores climáticos de forma conjunta es
fundamental para el funcionamiento adecuado del cultivo, ya que todos se
encuentran estrechamente relacionados y la actuación sobre uno de estos
incide sobre el resto.
Temperatura:
El desarrollo óptimo lo alcanza a altas temperaturas,
temperaturas promedio mayores a 21°C con óptimas de 35°C y máxima de
40.6ºC.
Cuando las diferencias de temperatura entre el día y la noche son de 20-
30ºC, se originan desequilibrios en las plantas: en algunos casos se abre el
cuello y los tallos y el polen producido no es viable.
Humedad Relativa:
La humedad relativa óptima para la sandía se sitúa
entre 60 % y el 80 %, siendo un factor determinante durante la floración y
requiere alrededor de 10 horas luz al día.
Suelos:
Es necesario que los suelos posean buen drenaje tanto interno como
externo. Los suelos franco arenosos a francos son los mejores para el
desarrollo de las plantas, no obstante se pueden utilizar suelos franco
arcillosos a arcillosos, estos últimos con enmiendas (agregar materia
orgánica). Se debe evitar cultivar sandia en la misma área todos los años. La
rotación debe hacerse cada 3 años utilizando gramíneas (maíz, sorgo,
pastos).
La temperatura del suelo para la germinación es de 25-35ºC. La sandía tiene
un óptimo desarrollo en pH desde 5.0 a 6.8 (tolera suelos ácidos y al mismo
tiempo se adapta a suelos débilmente alcalinos. Suelos de textura franca con
alto contenido de materia orgánica son los más apropiados para el
desarrollo de este cultivo.
ELECCIÓN DEL MATERIAL
VEGETAL
Principales criterios de elección:
• Exigencias de los mercados de destino
• Características de la variedad comercial: vigor de la planta,
características del fruto, resistencias a enfermedades.
• Ciclos de cultivo y alternancia con otros cultivos.
• Pueden considerarse dos grupos de variedades híbridas existentes
en el mercado:
-Variedades “
Tipo Sugar Baby”, de corteza verde
oscuro.
-Variedades “
Tipo Crimson, de corteza rayada.
Dentro de ambos tipos pueden considerarse sandías con semillas y sin
semillas, aunque generalmente las sandías triploides se está, poniendo “tipo
Crimson”, por lo que la piel rayada está siendo un carácter diferenciador
para el consumidor entre sandía con semillas y sin semillas.
ONTOGENIA Y DESARROLLO DE LA
PLANTA DE SANDÍA
Ontogenia:
La ontogenia es el conjunto de cambios que experimenta un ser desde su origen
hasta su muerte. El concepto se aplica a las plantas desde su nacimiento de una
semilla en adelante (Gil, 2001).
La edad fisiológica se refiere al grado de vigor y/o deterioro que presenta la
planta. La edad cronológica también se aplica en las plantas y se contabiliza en
términos de tiempo.
Desarrollo:
La germinación de las semillas, que están distribuidas por la pulpa, requiere
temperaturas relativamente altas, mínimas de 12 a 16 ºC con un óptimo entre
28 a 35 ºC. Son aplanadas y generalmente de longitud menor que el doble de la
anchura, ovoides, duras, de peso y, colores variables (blancas, marrones, negras,
amarillas, moteadas). La aparición de la radícula esta limitada por las bajas
temperaturas (Peñaloza, 2001).
Los plantines o plántulas de sandía poseen una elevada tasa lineal de
crecimiento inicial, dada por el tamaño relativamente grande de sus semillas
(12 a 26 semillas/g) con un elevado contenido de reservas almacenadas,
lípidos y proteínas, disponibles para el crecimiento de la plántula antes que se
expandan y comiencen a fotosintetizar los cotiledones y las hojas verdaderas. La
temperatura óptima para la expansión foliar se encuentra en los 25 ºC, con un
promedio de 20 ºC.
Raíces:
El sistema radical de la planta es amplio, ramificado, la raíz principal se divide en
raíces primarias y éstas a su vez vuelven a subdividirse, es superficial, la mayoría
se encuentra entre los 30 a 50 cm, la raíz principal alcanza un gran desarrollo en
relación con las raíces secundarias, se generan raíces adventicias y ramificaciones
que pueden llegar a formar una masa densa y de cierto volumen. Este gran
sistema radical, característico de las cucurbitáceas, favorece notablemente la
agresividad y virulencia del patógeno del suelo Fusarium oxysporum sp. Para
aislar la variedad de sandía de la fuente de contagio que es el suelo, se está
implementando la técnica de injerto de sandía sobre patrones resistentes a
algunas condiciones, como por ejemplo, enfermedades (Dinamarca, 2001).
Crecimiento:
La sandía se caracteriza por tener un crecimiento indeterminado.
Los tallos o guías son herbáceos, verdes, tiernos, de secciones cilíndricas y
blandos, pubescentes de pelos finos y cortos, presentan nudos en los que se
desarrollan hojas, zarcillos y flores, brotando nuevos tallos de las axilas de las
hojas.
Las hojas son vellosas, pecioladas y partidas, se presentan divididas en 3 a 5
lóbulos, que se insertan alternativamente a lo largo del eje principal, volviéndose
a subdividir estos lóbulos en otros más pequeños, presentando profundas entalladuras que no llegan al nervio principal cuyo tamaño y la tonalidad del
color dependen del tipo y variedad de sandía.
Las hojas presentan fototropismo positivo, se mueven según la posición del sol
para mantener el balance energético y el contenido de agua en los tejidos. Es
una hoja de tipo pinnatinerva, de forma oblonga.
PREPARACIÓN DEL SUELO
Para el logro de una buena cosecha de sandía es necesario realizar una
buena preparación del suelo. Se deben destruir las malezas y residuos de cosechas anteriores que puedan encontrarse en el área de siembra, de esta
manera se eliminan plagas de insectos y hospederos de patógenos que
atacan el cultivo. Con la roturación del suelo, éste se acondiciona para
facilitar la germinación de la semilla y el posterior desarrollo de la planta.
Antes de preparar el área de cultivo se debe conocer la profundidad de la
capa arable del terreno. En suelos pocos profundos se deben efectuar las
labores de manera superficial, en ocasiones es preferible rastrillarlos en vez
de ararlos. No se debe sembrar en suelos pocos profundos y la aradura debe
hacerse a una profundidad de 30 cm. Las labores de preparación del suelo
deberán hacerse de acuerdo al grado de humedad que contenga éste (no
muy húmedo ni excesivamente seco).
Para que las semillas reciban la humedad y aireación adecuada para
germinar y para que las raíces desarrollen y utilicen el agua y los nutrientes
disponibles es necesario preparar la cama de siembra.
Drenajes:
Para terrenos bajos, esta operación es necesaria, ya que los suelos mal
drenados no pueden prepararse adecuadamente. Los suelos bien drenados
permiten la circulación del aire, el cual es necesario para las plantas y
microflora y microfauna benéficas que hacen disponibles algunos nutrientes
a las plantas.
Arada:
Los suelos superficiales deben profundizarse gradualmente (2.0 a 5.0
cm./año) hasta lograr la profundidad deseada; se debe evitar el vuelco de
subsuelo a la superficie; la profundidad de la aradura es de 20 a 30 cm.
Cuando la siembra se hace con riego por gravedad la aradura deberá hacerse
en la dirección que correrá el agua de riego. La aradura con tractor y arado
con 4 discos demora 2 horas por Mz.
Rastreado:
Se hace después de la aradura; la condición del suelo determina la clase de
implemento que debe hacerse; en suelos pesados hay que utilizar la rastra
de discos. Es necesario utilizar una rastra de dientes para nivelar un poco la
superficie y afinarlo. La humedad del suelo es determinante para la
eficiencia de la rastra.
Surcado:
Se hace con surcadores (arados de doble vertedera) que desplazan tierra a
los lados dejando una zanja o surco, la parte superior de éste se utiliza para
sembrar las semillas y la inferior para riego de germinación. El número de
pases de rastra varía de 5 a 6, luego a los 4 días la humedad sube por capilaridad hasta un nivel de 10 a 12 cm. de profundidad. Las camas altas o
bancos se hacen de 15 a 28 cm. de alto y de 2 m. de centro a centro.
Abonado: Se recomienda agregar al suelo de 25-30 TM de estiércol descompuesto que
debe ser aplicado de 30-40 días antes de la siembra.
El manejo de fertilizantes se hace de la siguiente manera:
Nitrógeno
(N2) Se aplican 12 Kg./ha. junto con el Fósforo (P2), 7 cm.
debajo de la semilla ó 10 cm. a un lado y 7 cm. del fondo de la supuesta
línea de trasplante. Cuando las plantas tengan una altura de 7-12 cm., se
debe proporcionar 90-110 Kg./ha. de 25-30 cm. de la planta a una
profundidad de 18-22 cm. no se deben realizar fertilizaciones pesadas a
final de temporada.
Fósforo
(P2) En suelos pobres de este elemento (menos de 8 ppm.), se
utilizan 135 Kg./ha. de P2O5 colocadas en bandas a 7 cm. debajo de la
semilla ó 9 cm. a un lado y 7 cm. debajo de la supuesta línea de trasplante.
Potasio (K).
Este elemento se incorporará antes de la formación de camas y
se distribuyen de 110-220 Kg./ha. de K2O según el grado de deficiencia del
suelo.
ASPECTOS DE PRODUCCIÓN
Siembra Directa
La siembra por lo general es directa, para el desarrollo de esta hortaliza en
condiciones de temporal se realiza en plano. Se toma como base un diseño
de marco real o tresbolillos con distanciamiento entre 2-3 m. tanto en líneas
como entre matas. La siembra es a espeje depositando de 5-7 semillas por
golpe. En zonas de riego se trazan camas o bordos-camellones, las camas se
trazan con anchuras de 1.5-2.05 m. con un fondo de canal de riego de 30-40
cm. Por lo regular la sandía es sembrada en zonas cálidas.
La densidad de población oscila entre 3,200 y 5,00 plantas por hectárea.
Densidad de siembra: 1.5-3.0 Kg./ha.
Distancia entre surcos: 200-250 cm.
Distancia entre plantas: 100 cm.
Etapa Fonológica, días desde la Siembra:
• Germinación 5 – 6
• Inicio de emisión de guías 18 - 23
• Inicio de floración 25 - 28
• Plena flor 35 - 40
• Inicio de cosecha 71 - 40
• Término de cosecha 92 - 100
Épocas de siembra:
Durante todo el año, se pueden realizar al menos 2 siembras en el año,
tratando que la cosecha no coincida los meses de julio y agosto. La primera
siembra se efectúa entre los meses de febrero y abril y la segunda desde los
meses de julio a octubre.
Distanciamiento:
Doble hilera: Sistema de 2 x 2 m. hexagonal y en hilera doble (1,900
posturas/ha.). Indicado para cultivos de riego y humedad. Es necesario
orientar las guías hacia las calles anchas dejándose una brecha en las calles
angostas.
Poda:
Esta operación se realiza de modo optativo, según el marco elegido, ya que
no se han apreciado diferencias significativas entre la producción de sandías
podadas y sin podar, y tiene como finalidad controlar la forma en que se
desarrolla la planta, eliminando brotes principales para adelantar la
brotación y el crecimiento de los secundarios. Consiste en eliminar el brote
principal cuando presenta entre 5 y 6 hojas, dejando desarrollar los 4-5
brotes secundarios que parten de las axilas de las mismas, confiriendo una
formación más redondeada a la planta.
Polinización:
Normalmente si las condiciones ambientales son favorables es aconsejable
el empleo de abejas (Aphis mellifera) como insectos polinizadores, ya que
con el empleo de hormonas los resultados son imprevisibles (malformación
de frutos, etc.), debido a que son muchos los factores de cultivo y
ambientales los que influyen en la acción hormonal. El número de colmenas
puede variar de 2 a 4 por hectárea, e incluso puede ser superior,
dependiendo del marco de plantación, del estado vegetativo del cultivo y de
la climatología.
Marcos de Plantación:
Los marcos de plantación más comunes en sandía injertada son los de 2 m.
x 2 m. y 4 m. x 1m. El primero tiene el inconveniente de que se cubre la
superficie
muy pronto e incluso a veces antes de que se hayan desarrollado
suficientes flores femeninas, ya que éstas aparecen a partir de la quinta o
sexta coyuntura. El segundo marco es más apropiado, ya que además permite un mejor aprovechamiento del agua y de los nutrientes y el
descanso de cierta parte del terreno (por la disposición de los ramales
portagoteros, que se colocan pareados por línea de cultivo) y un ahorro en la
colocación de materiales de semiforzado.
MANEJO AGRONÓMICO DEL CULTIVO
Riego
Antes de la plantación se debe dar un riego abundante, y posteriormente de
dan riegos cortos y frecuentes hasta que la planta esté bien enraizada.
Durante el desarrollo de la planta y hasta la floración los riegos son largos y
escasos, en floración cortos y diarios, durante el cuajado y desarrollo del
fruto son largos y frecuentes y en el período de maduración se van
alargando progresivamente los intervalos de riego y el volumen de agua.

El agua requerida durante el ciclo del cultivo es de 38 centímetros
(mínimo), la frecuencia de riego puede variar de 7 a 10 días, en el caso de
suelos arenosos se deben continuar los riegos aún después del inicio de la
maduración.
En cultivo en suelo y en enarenado el establecimiento del
momento y
volumen de riego vendrá dado básicamente por los siguientes parámetros:
• Tensión del agua en el suelo (tensión mátrica), que se determinará
mediante la instalación de una batería de tensiómetros a distintas
profundidades. La lectura del tensiómetro más superficial (20-25 cm.)
debe de estar alrededor de 15 cb., pudiendo regar cuando marque 20
cb. hasta que la lectura llegue a 10 cb.
• Tipo de suelo (capacidad de campo, porcentaje de saturación).
• Evapotranspiración del cultivo.
• Eficacia de riego (uniformidad de caudal de los goteros).
• Calidad del agua de riego (a peor calidad, mayores son los volúmenes
de agua, ya que es necesario desplazar el frente de sales del bulbo de
humedad).
Fertilización
La Sandía responde bien a la aplicación de abono verde recomendándose la
especie denominada terciopelo (Stizolobium spp.), la cual en un corto lapso
cubre el suelo e impide al mismo tiempo el desarrollo de malezas.
Al iniciar la floración hacer aplicaciones foliares de Calcio y Boro para
mejorar cuajado del fruto.
Requerimientos nutricionales de la Sandia / Manzana:
50 Kg. de Nitrógeno (N2), 20 Kg. de Fósforo (P2), 70 Kg. de Potasio (K).

MANEJO INTEGRADO DE PLAGAS Y ENFERMEDADES
El control integrado de los cultivos no es una utopía a la que se debe tender, es
un concepto que puede y debe ponerse en práctica. No es un tipo de control
nuevo, sino una manera nueva de entender el control de enfermedades y plagas.
Y lo primero que debemos internalizar en este concepto es que se descarta, se
desecha el principio de exterminio de las poblaciones plagas o bioantagonistas.
Tolera la presencia de plagas a un nivel bajo, inferior al que cause daño económico.
Empezamos a trabajar con el concepto de umbral de daño económico.

Umbral de daño económico
Y ¿qué es el umbral de daño económico?, es la densidad de población de una
plaga por encima de la cual se producen pérdidas económicas. En principio estas
pérdidas empiezan cuando el costo del control es superior a la reducción de
cosecha producida (Mareggiani y Pelícano, 2008). Se expresa fácil, pero debemos
conocer la relación entre la densidad poblacional de la plaga y la reducción de
cosecha. En muchos casos, les tocará, esta relación es complicada de establecer.
Por lo mismo el umbral de daño económico no debe considerarse como algo
estático, ya que, si volvemos a su definición, va a variar según fluctúan los costos
del control y especialmente los precios de venta de la cosecha.
Enfermedades de la sandía
Las enfermedades constituyen uno de los elementos limitantes dentro de
la producción de hortalizas, cultivos o frutales, al reducir los rendimientos o
afectar la calidad del producto final. Las enfermedades pueden ser causadas
por distintos organismos y los más importantes, en orden decreciente según el
daño económico que ocasionan son: hongos, bacterias y virus. De importancia
secundaria son los nemátodos, fitoplasmas y los viroides
Es por esto que su control se deba considerar desde la siembra, para la confección
de plantines, trasplante hasta la cosecha para así prevenirlas en lo posible o si se
presentan evitar su dispersión.
El concepto de manejo integrado debe ser el que oriente el control de
enfermedades, éste incluye medidas culturales que pretenden reducir el inóculo
o evitar condiciones predisponentes para el desarrollo de la enfermedad, uso de
controladores biológicos y medidas de control físico y químico. El conocimiento
epidemiológico al enfrentar las enfermedades que afectan a sandía permite
llegar a métodos lógicos de control.
El estudio señaló que las enfermedades con mayor e igual incidencia fueron
marchitez de plantas, causada por Fusarium spp. y pudrición de guías y con
color anaranjado, producida por Erwinia carotovora. La incidencia corresponde
al número de predios del total que fueron prospectados y que presentaban
plantas con síntomas de las enfermedades señaladas. La incidencia de estos
dos agentes causales, fue 13 veces mayor que la del siguiente agente causal
detectado, Phytophthora capsici.
Agentes causales afectando a la sandía

Las enfermedades identificadas en sandía causadas por hongos, presentan
síntomas de daño vascular, provocando marchitez de las plantas.
Ante este cuadro de agentes causales, lo que se recomienda es:
• Arrancar planta enferma a fin de evitar la diseminación a través del suelo o
agua de riego que podrían diseminar la enfermedad en la mesa.
• Cuidar el riego, evitando desnivel o apozamiento de agua para impedir
daño a nivel de raíces y cuello de la planta donde se observan los síntomas
causados.
• Las raíces de las sandías son sensibles a los nematodos de agallas,
Meloidogyne spp., esto ocasiona pérdida de vigor y marchitez por invasión
secundaria de agentes fitopatógenos.
Pudrición del fruto (Rhizoctonia y Sclerotium)
Virosis transmitidas por mosca blanca, pulgones y coleópteros.

MANEJO DE PLAGAS EN EL CULTIVO DE SANDÍA
La variabilidad de microclimas, suelos y naturaleza de la agricultura que se hace
en el área que rodea al cultivo de sandía en las distintas zonas productoras en la
región de O’Higgins, nos obliga a diversificar los programas de manejo de plagas
considerando las características específicas de cada localidad.

Plagas en sandía
Los principales artrópodos que afectan a sandía según su estado fenológico y
cuya intensidad de ataque depende del cultivo que hubo antes, de los hay en su
entorno, del manejo del potrero y de las condiciones climáticas de la temporada,
son:
Mosca de la almaciguera, Delia o Hylemia, larva de díptero que afecta semillas
en germinación y plántulas, penetrando en la zona del cuello. En la confección de
plantines se debe prevenir su ataque usando sustrato desinfectado o fumigado.
Gusanos cortadores, Agrotis spp., incluye larvas de numerosos lepidópteros que atacan en primavera, alimentándose por la noche y se entierran en el suelo durante el día. Si ataca a sandía lo hace en los primeros días después del trasplante, cortando plantas a nivel de cuello y hojas más cercanas al suelo, cada larva puede dañar total o parcialmente tres o cuatro plantas en la hilera. A menudo los ataques más intensos se producen cuando el potrero viene de una empastada de fabaceae (leguminosas), el suelo es pesado o tuvo una una densa población de malezas. Aplicaciones de control dirigidas a la base de la planta, en caso de emplear cebo, no es necesario ponerlo en toda la superficie, sino sólo en los sectores donde se observe el daño, aplicándolo de preferencia al atardecer. El control es más efectivo si el suelo tiene una humedad adecuada. Si ataca cerca de cosecha, los daños afectan a una fina capa de la corteza o cáscara no influyendo en sus características organolépticas, pero si en su aspecto externo. Las comeduras pueden ser realizadas en la parte del fruto que se apoya en el suelo, “la guata”. El uso de Bacillus thuringiensis, insecticida biológico con actividad por ingestión, activo sólo sobre estadíos larvarios de Lepidópteros, pero que también puede actuar sobre larvas y adultos de algunos Coleópteros y Dípteros, resulta recomendable, ya que no es fitotóxico, es un producto selectivo y prácticamente inocuo para el resto de la entomofauna. Temperaturas superiores a 30 ºC y humedades relativas altas disminuyen su actividad.

Caracoles y babosas, Helix sp., Limax sp., son animales de ambiente húmedo
que durante el día permanecen escondidos en la tierra, en la cara inferior del
acolchado, en el suelo bajo los rastrojos acumulados. No salen sino en tiempo
nuboso y húmedo en busca de comida, pero siempre de noche. Su actividad se ve
favorecida por condiciones de alta humedad del suelo y del aire y temperaturas
entre 15º a 20 ºC, por suelos con alto contenido de materia orgánica y residuos
en superficie y praderas en las cercanías.
Las formas de control de estas plagas incluyen métodos tendientes a sus
deshidratación, ya sea, cambiando el hábitat o por medio de compuestos químicos o sustancias de uso doméstico, como sal, levadura, cerveza. También
se puede utilizar cebos en base a metaldehido más un atrayente que se deben
distribuir en forma homogéna sobre el lote cultivado cuando se observen las
primeras plantas dañadas, producto que actúa por contacto e ingestión. No es
fitotóxico si se usa según las recomendaciones. No debe permitirse que toque la
superficie de las hojas. Los perros son muy sensibles al metaldehido con lo que
algunos fabricantes lo mezclan con un repelente para perros.
Diabroticas (Diabrotica
spp.,) Tortuguillas (Aptus
spp., )Afidos
(Mysuspersical)
Minadores (Lyriomisa spp.)
Las larvas amarillentan las
hojas, los adultos las
agujerean, chupan la savia de
la planta, hacen galerías y
túneles en las hojas.
control:
• Buena preparación del suelo,
control de malezas, aumentar
densidad, evitar siembra
escalonada, trampas amarillas y
usar plásticos.
• Metamidofos, litro 0.7-1 / Mz.
• Carbaryl, lb. 2 / Mz.
• Spinosad, litro 4.5-5.2 / Mz.
• Oxamilo, litro 1.5-4 / Mz.
• Diafenthurion, litro 0.2-0.85/Mz.
• Abamectina, litro 0.2-0.85/Mz
Mosca blanca (Bemesia
tabasi)
Las ninfas succionan los
nutrientes del follaje y hojas
amarillas moteadas o
encrespadas.
control:
• Eliminación de hospederos,
rotación de cultivos, no sembrar
en época seca y fertilización
eficiente.
• Acetamiprid Kg. 0.25-.35/Mz.
• Thiocyclan
• Pridamidozol litro 0.21-.35/Mz.
• Diafenthurion litro 1.5-4/ Mz.
• Oxamilo

COSECHA Y POSCOSECHA
Cosecha
Generalmente esta operación es llevada a cabo por especialistas, guiándose
por los siguientes síntomas externos:
• El zarcillo que hay en el pedúnculo del fruto está completamente seco,
o la primera hoja situada por encima del fruto está marchita.
• Al golpear el fruto con los dedos se produce un sonido sordo.
• Al oprimir el fruto entre las manos se oye un sonido claro como si se
resquebrajase interiormente.
• Al rayar la piel con las uñas, ésta se separa fácilmente.
• La “cama” del fruto toma un color amarillo marfil.
• La capa cerosa (pruína) que hay sobre la piel del fruto ha desaparecido.
• El fruto ha perdido el 35-40 % de su peso máximo.

La recolección es manual, algunos indicadores que se utilizan para
reconocer la madurez son los siguientes:
• Al golpear la corteza con la palma de la mano, la corteza
vibra.
• La parte del fruto que está en contacto con la tierra, se
vuelve de color cremoso y de consistencia dura.
• Los frutos pierden su cubierta cerosa y se vuelven brillantes.
Se sugiere hacer la recolección por la mañana y se corta con navaja dejando
de 2-3 cm. de pedúnculo.
Recomendaciones para Mantener la Calidad Poscosecha
Calidad
Los frutos deben ser simétricos y uniformes y la apariencia de la superficie
cerosa y brillante. No deben presentar cicatrices, quemaduras de sol,
abrasiones por el tránsito, áreas sucias u otros defectos de la superficie.
Tampoco evidencias de magullamiento.
Temperatura Óptima
10 - 15°C. Generalmente, la vida de almacenamiento es de 14 días a 15°C y
de hasta 21 días a 7-10°C. Su gruesa corteza le permite aguantar en
condiciones durante bastantes días a temperatura ambiental.
Las condiciones comúnmente recomendadas y consideradas como prácticas
aceptables de manejo para el almacenamiento de corto plazo o el transporte
a mercados distantes (> 7 días) son 7.2°C y 85-90% HR. Sin embargo, a
esta temperatura las sandías son propensas al daño por frío.
Humedad Relativa Óptima
85-90 %; generalmente, se recomienda una humedad relativa alta para
reducir la desecación y la pérdida de brillo.
Efectos de las Atmósferas Controladas (AC)
Las atmósferas controladas durante el almacenamiento o el embarque no
ofrecen beneficios a las sandías.
Fisiopatías
Daño por Frío: generalmente ocurre después del almacenamiento por
algunos días a temperaturas <7°C. Los síntomas incluyen picado, pérdida
de color de la pulpa, pérdida de sabor, sabores desagradables y mayor
incidencia de pudriciones cuando se les transfiere a temperatura ambiente.
Daño Físico: El manejo inapropiado y la carga de sandías a granel muy a
menudo dan lugar a pérdidas considerables durante el tránsito por
magulladuras y agrietamiento. La magulladura interna provoca
descomposición prematura de la pulpa y una textura harinosa.
Enfermedades: Las enfermedades pueden ser una causa importante de
pérdidas poscosecha dependiendo de la estación, región y condiciones
climáticas locales en la cosecha. Generalmente, estas pérdidas son bajas en
comparación con los daños físicos debidos a magulladuras y manejo
descuidado.
Consideraciones Especiales: La sandía en rebanadas o en cubos para las
ensaladas de frutas precortadas tiene un período muy corto de calidad
óptima. La pulpa se vuelve acuosa y harinosa.
BIBLIOGRAFÍA
- Ministerio de Agricultura y Ganadería de El Salvador, http://www.mag.go.cr
- Cosecha de sandía http://www.abc.com.py/edicion-impresa/suplementos/abc-rural/cosecha-de-sandia-732704.html
- Como saber cuando la Sandía está lista para cosechar, https://www.youtube.com/watch?v=8NHtYmWZmz8
- https://mejorconsalud.com/los-grandes-beneficios-de-consumir-sandia/
- https://ecohortum.com/como-cultivar-sandias/
- https://www.youtube.com/watch?v=FNh1gbw6VB8
- https://www.youtube.com/watch?v=kURJxTdGbqc
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